Perdemos milenios en decenios, no podemos perder la cultura popular ni su arquitectura tradicional. ¡Ojalá consigamos hacer realidad esta utopía! #SalvemosLosPalomares

Inventario de palomares de la provincia de León #SalvemosLosPalomares #PalomaresSingulares

“Todo aquello que se desconoce no puede ser protegido
y por ello la sociedad no puede valorarlo”


El Inventario es la herramienta básica de documentación y conocimiento más importante para posibilitar la realización de cualesquiera otras posibles acciones interpretativas, de puesta en valor, etc. y necesaria en la provincia de León ante la inexistencia de ninguna identificación o figura de protección que favorezca las inversiones de conservación y restauración por parte de administraciones u organismos públicos o privados. 

Se ha conformado una ficha de registro para cada palomar con la información básica más destacable y comparable, como su geolocalización, medidas, imágenes, etc. Introducida en un sistema de registro de base de datos. 

Hasta el momento la Asociación de Amigos de los Palomares de León a lo largo de más de 14 años ha realizado en torno al 99% de los trabajos de campo de documentación de los palomares de la provincia (más de 1400), habiéndose iniciado otras labores de difusión, divulgación, conservación o promoción. 

De la distribución espacial resulta mayoritaria de sur, siendo solo testimonial en el norte e inexistente en la montaña central y oriental (solo con alguna excepción en cotas más bajas omañesas o del Alto Esla. Su número dobla los rectangulares a cuadrangulares y circulares, disparándose exponencialmente los conjuntos y número por pueblos hacia latitudes inferiores provinciales fundamentalmente en los piedemonte, valles, oteros y riberas, siendo especialmente representativos del sur y sureste provincial (en relación con palentinos, vallisoletanos y zamoranos como gran núcleo castellano y leonés), con un abrumador uso del adobe y tapial (Los Oteros, Tierras de Campos, de León, Páramos, Riberas del Cea, Esla, Porma, Órbigo, Tierras Bañezanas-Valduerna o Maragatería) mientras que conforman otro grupo de formas predominantemente circulares los de El Bierzo y La Cabrera en sillería de cuarzos, pizarras y esquistos con ejemplos también poligonales y rectangulares en característicos tejados bercianos cónicos o cabreireses a un agua (en relación con los sanabreses, portugueses y galaicos). 

Su ubicación en el territorio resulta preferentemente periurbana a pueblos y villas, individualizados pero agrupados en pagos, conformando un paisaje fuertemente antropizado junto a otras construcciones auxiliares (bodegas, colmenares, casetas de era o aperos, huertos, pozos o fuentes, etc.). Si bien también existieron modelos urbanos empleados como mobiliario municipal de parques y jardines (con arquitecturas cercanas a las cultas), o a particulares que lo desarrollaron en menor escala en sus azoteas o patios.

En la actualidad el fotógrafo José Benito Ruiz Limiñana y yo estamos recorriendo toda España en busca de palomares singulares, no estamos haciendo un inventario como tal, tratamos de poner en valor estas construcciones que poco a poco estamos perdiendo de nuestro paisaje. Una vez vuelven a la tierra los palomares mueren para siempre. Nuestro proyecto #PalomaresSingulares #SalvemosLosPalomares lo iniciamos en el 2021 para divulgar y poner en valor desde la fotografía todo el patrimonio cultural basado en la cría de la paloma bravía. Es una utopía en camino que poquito a poco estamos haciendo realidad.

Los soportes previstos para el proyecto a corto plazo son el libro impreso, libro digital y alguna sorpresa más.

Puedes seguirnos en Facebook en el grupo https://www.facebook.com/groups/palomaressingulares/ 

En twitter en @PalomaresDeLeon 

También puedes ponerte en contacto con el equipo de administración vía email: PalomaresSingulares@gmail.com 


Criando pichones en Mansilla Mayor #SalvemosLosPalomares #PalomaresSingulares

 

Inauguración de los palomares en Mansilla Mayor | L.N.C.

La iniciativa de repoblar dos palomares servirá para investigar y mejorar las posibilidades económicas de la cría de pichones como una alternativa más para la economía local

Hace cincuenta años, quizás más, que los palomares de Mansilla Mayor no recibían palomas en lo que es el final de un sueño que comenzó hace tres años cuando el ayuntamiento de Mansilla Mayor se lanzó a la recuperación de los últimos palomares que todavía resistían el abandono en el municipio.
Esta situación ha cambiado este domingo, cuando han llegado de Palencia quince parejas de palomas bravías donadas por la empresa Apadrina un Palomar, una star-up que hace cuatro años se lanzó a explorar la cría de pichones como una oportunidad de desarrollo del territorio con dos objetivos: ofrecer una alternativa económica a jóvenes emprendedores a la vez que se salvan y proteges palomares tradicionales, verdaderas joyas de la arquitectura vernácula de nuestra tierra.

La ULE interesada en el proyecto


Los dos palomares repoblados servirán para investigar desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, las posibilidades y cruces entre palomas bravías y palomas mensajeras con el objeto de mejorar el rendimiento de la producción de pichones. Para este fin, el ayuntamiento ha contado con la experiencia del joven ganadero local Javier Redondo Rodríguez, un experto en cría de aves y que pilotará y coordinará el proyecto.

Dos palomares únicos


El Palomar octogonal de Nogales es una joya de la arquitectura tradicional leonesa, que forma parte de los edificios que seleccionó García Grinda en su prestigioso Atlas de la arquitectura popular leonesa que editó la Diputación de León en 1991. Este palomar, estuvo a punto de desaparecer hace tres años cuando se derrumbó casi totalmente. En la actualidad luce restaurado tras una inversión de 20.000€ del Instituto Leonés de Cultura a través de su línea de restauración de arquitectura tradicional y aportaciones del propio ayuntamiento de Mansilla Mayor.

Por su parte, el otro palomar ha sido restaurado por Pablo Meana y Choni Prada, que lo adquirieron y restauraron recientemente. Un palomar que en su origen cumplía una doble función: caseta de aperos y palomar y que había estado cerrado probablemente más de medio siglo.

“Ver palomas en los palomares es terminar un proceso de años de pelea pero sobre todo es recuperar nuestra historia y nuestra identidad” afirma el alcalde del municipio José Alberto Martínez, que ya piensa en poder degustar primeros los pichones que, si todo va bien, llegarán en los meses de verano. Y es que en estos primeros meses las palomas deberán estar encerradas en el palomar hasta que tengan las primeras generaciones de crías, una vez esto ocurra siempre volverán al palomar donde nacieron así que podrán volar ya libres por los campos de esta zona de León entre los ríos Esla y Porma.

La provincia de León tiene inventariados más de mil palomares, la gran mayoría en un estado de conservación muy delicado, a pesar de los esfuerzos del Instituto Leonés de Cultura que ha multiplicado los fondos para su conservación en los últimos años. La posibilidad de criar pichones y comercializarlos a través de iniciativas como Apadrina un Palomar abre una esperanza para estos edificios tan característicos del paisaje leonés pero sobre todo una puerta más para generar actividad económica en el mundo rural.

Publicado en La Nueva Crónica

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