Perdemos milenios en decenios, no podemos perder la cultura popular ni su arquitectura tradicional. ¡Ojalá consigamos hacer realidad esta utopía! #SalvemosLosPalomares

Aprobado el escudo heráldico y la bandera de Izagre, el escudo representa un palomar de oro y un león rampante de púrpura #SalvemosLosPalomares



El Pleno del Ayuntamiento de Izagre, celebrado el pasado 23 de noviembre de 2015, aprobó por unanimidad el escudo heráldico y la bandera diseñada para este municipio, según se publicó en la edición del lunes del Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl). El escudo representa un palomar de oro y un león rampante de púrpura, entre otras peculiaridades. 

Por otro lado, la bandera es rectangular, y contiene los colores rojo carmesí con un triángulo verde y bordadura de oro. En el centro tiene representado el escudo municipal en sus colores.

Ojalá los ayuntamientos empiecen a fomentar la restauración de los palomares


Irma Basarte10.-

La ruta de los palomares novela de Cuca Alonso #SalvemosLosPalomares


CUCA ALONSO ESCRITORA Y PERIODISTA

«Firmaría por que León y Asturias formaran una autonomía propia»

Es ‘profeta’ en su Asturias natal desde hace años y hoy llega a su «amada segunda patria» para presentar ‘La Ruta de los palomares’, una novela ambientada en el siglo XVIII que recorre localidades como Astorga, Truébano o Villafranca del Bierzo. Será a las 20.15 horas en la librería Artemis de la capital. Lugar: Librería Artemis. Hora: 20.15.


Se publicó el pasado mes de diciembre y ya va por la segunda edición. «Ilusionada» por un éxito que lleva tiempo acompañándola en todo lo que escribe, esta periodista asturiana con fuertes raíces leonesas llega hoy a la capital para presentar La Ruta de los palomares.
—¿Qué propone en su quinta novela?
—Es un recorrido por el final del siglo XVIII, cuando los palomares estaban en plena explotación. El libro toca buena parte de la provincia leonesa, como Truébano, Villafranca del Bierzo o Astorga.
—Precisamente Astorga protagoniza el capítulo más denso y especial del libro, ¿verdad?
— Sí, es un homenaje a mi abuelo materno que era maragato. Y es que aunque soy asturiana tengo raíces leonesas. Tuve casa en León, tres de mis hermanas estuvieron internas en La Asunción, un hermano en los Maristas y siempre hemos veraneado allí porque mi padre tenía por costumbre ir a ‘secarse’ huyendo de tanta humedad del mar. Pasábamos la etapa estival en Pola de Gordón, La Robla y León capital. De hecho siempre se dijo que León y Asturias deberían haber formado una comunidad autónoma juntas, yo lo firmaría.
—¿Qué fue de esos palomares?
— Se están cayendo, la mayoría están en ruinas. En las fincas de los terratenientes había palomares que eran verdaderas joyas arquitectónicas. León estaba plagado de ellos. Desde el punto de vista culinario se les consideraba la langosta de las aves.
—¿Y por qué se inspiró en ellos para esta novela?
—La idea surge al ver una colección de acuarelas sobre palomares que hizo un amigo mío. Luego todo quedó sustentado en una historia muy bonita. Habla de la superación personal de una chica de la nobleza cuyo padre es un terrateniente de Murias de Paredes. Se queda embarazada muy joven y su padre le echa de casa. Entonces se refugia junto a su ama en la ropería de Truébano. Allí aprende a cocinar y descubre un talento que le forjará como una gran empresaria llamada a renovar la cocina española. En torno a ella hay un desarrollo cultural. Era una feminista que protegía a las mujeres, que en aquella época eran unas analfabetas, sólo trabajaban la tierra y hacían las tareas del hogar.
—‘El Hombre de Verín’, su anterior trabajo, supuso su primer gran éxito global, ¿cuál considera mejor?
—El Hombre de Verín era más denso, como valor literario quizá era mejor porque presentaba mucha filosofía, sin embargo éste es más ligero, engancha desde la primera página. Tengo mucha ilusión puesta en La Ruta de los Palomares, la acogida ha sido espectacular.
—¿A usted también le está afectando la polémica de las pensiones?
—Por supuesto. Lo estoy sufriendo en primera persona porque ya cumplí los 65 y me han quitado la pensión. Es una ley monstruosa. En Francia, por ejemplo, la pensión es sagrada aunque alguien se jubile y quiera continuar trabajando. Sólo tiene que hacer su declaración de la renta sumando sus emonumentos con la pensión y pagar los impuestos religiosamente. Sin embargo en España están fomentando la economía sumergida, que la gente trabaje y no declare. Pero, los escritores ¿cómo no vamos a pagar si somos personajes públicos cuyos trabajos se pueden cuantificar?
—¿Y qué solución ve al problema?
—Que tienen que modificar esa ley. Como dice Antonio Gamoneda; están coartando la creatividad. Hablamos de pensiones ridículas en la mayoría de los casos que necesitan un suplemento para vivir.
—Además de escribir continúa al pie del cañón como periodista de ‘La Nueva España’, ¿con qué se queda?
—Yo nací escritora, recuerdo que de joven ganaba muchos concursos literarios. Luego me puse a tener hijos (risas) y lo dejé un poco apartado. Cuando mi hijo pequeño creció un poco me lancé al periodismo y llevo 21 años en La Nueva España. Me encanta el periodismo, es muy comprometido, apenas te deja tiempo para reflexionar.
—Una de las grandes críticas que se le hace al periodismo en España es su ‘falta de libertad’ en muchos casos, ¿usted ha vivido la censura interna?
—Jamás me han hecho una indicación sobre si debía escribir o no de esto o aquello. Me he sentido absolutamente libre. Hay muy buenos periodistas y muy honrados en España.
—¿Está siguiendo el juicio del caso Isabel Carrasco?
—Sí, me parece una cabronada. Ella sería poco simpática o rígida, pero tiene derecho a vivir. Las supuestas asesinas están, como dice uno de mis hijos, muy mal del disco duro.
—¿Hay luz al final de túnel para el sector editorial español?
—La persona que presentó mi libro en Oviedo, una catedrática, comenzó diciendo que si este trabajo se hubiese publicado en Estados Unidos o Inglaterra sería un best seller. En España se lee poco, sobre todo los jóvenes, que están todo el día enganchados a las ‘maquinitas’.
—¿Qué nuevos proyectos tiene?
—Trabajo en un libro que se llamará Exequias. Me hace gracia porque en cualquier funeral, el sacerdote siempre dice maravillas del fallecido. Pero detrás de esa palabrería siempre hay una o muchas verdades, a veces no tan buenas. Hijos ilegítimos, infidelidades, herencias...
—Nadie es profeta en su tierra menos usted...
—Soy muy reconocida aquí sí, pero ha sido a base de trabajo y de hacer las cosas bien. Nunca me vendí a nadie ni abracé farolas, siempre fui honrada.
Fuente: Diario de León


Irma Basarte10.-